Llevábamos ya unos años dándole vueltas a un viaje por la Toscana italiana con Venecia, pero claro, ya que salimos queremos abarcar el máximo posible. La logística se presentaba un poco más compleja que en ocasiones anteriores: vuelos, tren, coche, barco, aeropuertos diferentes de llegada y salida…pero nada es imposible y menos para nosotros.
La idea era ver Venecia para sorprender a nuestros hijos con algo totalmente diferente, poder visitar Florencia, Pisa, San Gimignano, Siena, buscar las famosas estampas de las verdes colinas Toscanas con sus cipreses y, como guinda del pastel, conocer el maravilloso Cinque Terre con sus pueblos asomados al mar.
Yo creo que el resultado ha sido más que satisfactorio en un viaje de una semana. Os indico lo que hemos podido visitar por si os sirve de guía.
Día 1 Venecia
Vuelo a Venecia y traslado a nuestro alojamiento, un cómodo apartamento con dos habitaciones muy bien situado. En los alrededores hay algunos supermercados, fruterías y mucha vida en general. Nos interesaba está cerca de la estación de Santa Lucía puesto que tomaríamos el tren para dirigirnos desde allí a Florencia.
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La estancia era de 2 noches. Venecia se ve bastante rápido y aunque ya la conocíamos, he de reconocer que nos gustó todavía más que en la anterior ocasión. Los niños alucinaban realmente con los canales, góndolas, el impresionante tráfico del gran Canal.
Día 2 Venecia
Continuamos recorriendo Venecia. Con un poco de sol las cosas son todavía más bonitas. Realmente Venecia es una ciudad única formada por un conjunto de 120 islas unidas por puentes. A partir del Piazzale Roma no veremos un solo coche. Desde este punto solo canales y calles peatonales.
El Gran Canal es la arteria principal absolutamente flanqueado de palacios, iglesias y casas señoriales con esa atractiva decadencia italiana.
La plaza San Marcos es el punto neurálgico de la ciudad. Con su Campanile, Basílica, Torre del reloj y Palacio Ducal se crea un espacio único que te traslada en el tiempo.
El Puente de Rialto es otra visita imprescindible con sus animados alrededores llenos de vida. El evocador Puente de los suspiros es otra visita obligada.
Pero sin duda lo mejor de Venecia son todos los maravillosos rincones que vas encontrando a cada vuelta de la esquina, mientras caminas sin un rumbo determinado, dejándote llevar…
Día 3 Venecia – Florencia
Abandonamos con pena Venecia para dirigirnos hacia Florencia. Los trenes en Italia funcionan realmente bien y en un trayecto de apenas 2 horas estábamos ya en Florencia. Un viaje cómodo y no demasiado caro, 100 € por los cinco. Cerca de la estación recogemos el coche de alquiler y nos dirigimos a nuestro siguiente alojamiento para las próximas 5 noches.
Se trata de una apartamento de 2 pisos en las afueras de Florencia. El dueño vive en una casa contigua y está pendiente de sus huéspedes todo el tiempo: un 10 en atención y amabilidad. Preferimos un alojamiento a las afueras para poder movernos mejor con el coche. El aparcamiento es gratuito además y hay un gran supermercado a 2 minutos en coche.
Una vez ubicados es obligatorio dar un paseo por Florencia:
La inigualable Piazza del Duomo donde encontramos la Catedral de Florencia, Santa Maria del Fiore, coronada por la magnífica cúpula de Brunelleschi; el Campanile, magnífica torre desde la que podremos disfrutar de unas impresionantes vistas de Florencia. Completa el conjunto el Battistero, del siglo XI, que honra a San Juan Bautista, de planta octogonal y con abundante decoración geométrica siguiendo el estilo florentino
El Ponte Vecchio es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, puente medieval, una de las fotos de postal de Florencia. Peculiar sin duda es el conocido como corredor de Vasari que funcionando como un pasadizo, pasa un piso por encima del puente. Su ejecución en 1565 servía a los Medici para pasar desde el Palazzo Vecchio hasta el Palazzo Pitti sin mezclarse con la plebe. De hecho, después de su construcción en 1.365 en los laterales del puente se alojaron los puestos de carniceros y pescaderos.
En la Piazza della Signoria está la Fuente de Neptuno, una de las más hermosas de Florencia. Y muy cerca están el Palazzo Vecchio, antigua sede del gobierno, y la Galería Uffizi, uno de los museos más importantes del mundo.
Hay que reservar un momento del día para subir sin prisa hasta Piazzale Michelangelo y disfrutar de una increíble vista de Florencia. Mucho mejor al anochecer, cuando comienzan a encenderse las luces de la ciudad. O al mediodía, para tomar excelentes fotos.
Sin duda Florencia es un museo en sí misma, una delicia para los amantes del arte y de la historia.
Día 4 Valle del Chianti – Siena
Comenzamos a explorar la Toscana. Había leído bastante sobre el valle del Chianti con sus viñedos y pueblos encantadores, pero nos decepcionó un poco. No es aquí donde vamos a encontrar el típico paisaje toscano. Por el contrario nos movimos por carreteras muy sinuosas visitando Rada in Chianti, Castellina in Chianti sin encontrarles demasiado encanto.
Decidimos continuar para llegar a comer a Siena. Esto es otra cosa, espectacular con su Piazza del Campo, uno de los espacios urbanos más atractivos de Europa, donde se celebran carreras medievales de caballos dos veces al año, el famoso Palio de Siena.
Duomo de Siena: Construida entre los siglos XII y XIV, la Catedral de Siena es una atractiva construcción que resulta espectacular tanto por dentro como por fuera.
Realmente toda la zona peatonal de Siena es magnífica.
Continuamos hacia Montepulciano, precioso pero con empinadas cuestas para llegar a la Piazza Grande, a 605 m sobre el nivel del mar. Sin duda es un pueblo encantador. Lo vimos un poco atropelladamente y creemos que merece una visita más pausada. Con toda seguridad nos gustó más que el valle del Chianti.
Pero estábamos empeñados en fotografiar y sentir verdes colinas por lo que nos dirigimos sin perder tiempo a la zona de Pienza, en el Valle D’Orcia. Suponía bastante esfuerzo ya que nos estábamos alejando demasiado de nuestra base y nos tocaba volver de noche, pero sin duda ninguna mereció la pena, es un paisaje sublime. La vuelta no se hace tan pesada ya que desde Siena tenemos autovía prácticamente hasta nuestro apartamento.
Cita ineludible y postal de referencia de los pueblos toscanos, San Gimignano, que se encuentra a tan solo 60 kilómetros de Florencia, es conocido especialmente por las 14 torres medievales que se conservan, que fueron construidas junto con otras 58 en una especie de “competición” en la que las familias más influyentes trataban de demostrar su poder y su riqueza. Esta localidad fue el Manhattan de su época. Especialmente bonita es la vista desde las afueras. De camino a Volterra, nuestra siguiente parada hay un par de curvas donde merece la pena parar para admirar su silueta tan peculiar. No puede uno decir que ha estado en la Toscana y no visitar San Gimignano.
Volterra resulta muy agradable para dar un paseo, bastante menos turístico que el anterior pero aún así interesante. Volterra todavía tiene vestigios de su pasado etrusco -de hecho, fue uno de los 12 centros más poderosos desde el siglo IV al VI aC- y de su pasado romano, que se puede admirar durante su visita a la ciudad, comenzando con sigue siendo muros antiguos, de origen etrusco, cuya construcción se prolongó hasta la Edad Media.
Finalizamos el día en Monterriggioni un peculiar y pequeño pueblo medieval amurallado, un remanso de paz y tranquilidad…Conocido desde la Edad Media gracias a su estratégica ubicación, Monteriggioni se mantiene prácticamente intacto y protegido por su muralla desde su construcción, gracias a lo cual permite a sus visitantes transportarse en el tiempo.
Día 6 Parque nacional de Cinque Terre
Qué fantástico descubrimiento. Se trata de un parque natural compuesto por 5 pueblos volcados sobre el mar y a cada cual más bonito, unidos por senderos de diferente dificultad y longitud. así como por tren.
Lo ideal para una visita óptima es tomar un barco en el puerto de la Spezia que va parando en cada uno de los pueblos. Desde el barco se tienen unas vistas impresionantes, pero lo mejor es bajar en la última localidad, Monteroso al Mare. Desde allí se puede retroceder en tren ya que hay parada en cada uno de los municipios en la que bajaremos para visitarlos: Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore, o bien ir andando por los senderos de un pueblo a otro. Para viajar en tren se compra una tarjeta que permite subir y bajar a tu antojo así como pasear por los senderos, que son de pago. También sirve la tarjeta para poder tomar un shuttle en Corniglia y evitar tener que subir unos cientos de escaleras para llegar al casco histórico. (No es imprescindible el barco ya que desde los pueblos hay miradores con vistas magníficas).
Monterosso: Ubicado en un pequeño golfo natural en la parte más occidental del Cinque Terre, Monterosso es la localidad más poblada y cuenta con las playas más extensas de la zona.
Vernazza: Localizado al norte de Cinque Terre, Vernazza es un hermoso pueblo marinero en el que las antiguas casas de colores se agrupan junto a sorprendentes acantilados. Cuenta con un atractivo puerto natural, un antiguo castillo y una encantadora iglesia localizada junto al mar.
Corniglia: Asentado sobre un escarpado promontorio de 100 metros de altura, Corniglia es el pueblo más elevado de Cinque Terre y se encuentra rodeado por un majestuoso paisaje de viñedos y olivares.
Manarola: Con un carácter colorido y animado, Manarola es el más antiguo de Cinque Terre y además de recibir una gran cantidad de turistas aún conserva como pilares básicos para su economía la pesca y la viticultura.
Riomaggiore: es un tranquilo y pintoresco pueblo de pescadores en el que resulta un auténtico placer perderse por sus coloridas y empinadas callejuelas.
En cuanto a los senderos, en nuestro caso solo estaba abierto el sendero entre Vernazza y Monteroso, el más duro de todos que nos costó cerca de 2 horas, aunque sin duda mereció la pena.
En general es una excursión que en el día se puede hacer perfectamente. Una experiencia inolvidable y recomendable al 110%. Sin duda es de los paisajes más bonitos que hemos visto.
Día 7 Pisa y Lucca
Pisa, ciudad natal de Galileo Galilei no es más que lo que todos conocemos, pero hay que ir. Si o si. Nunca decepciona a pesar que sabemos de sobra o que nos vamos a encontrar…La torre inclinada, el Duomo, todo al alcance de un simple vistazo. Construida a lo largo de 177 años desde su comienzo en el 1173, la Torre de Pisa es el símbolo de la ciudad y uno de los monumentos italianos más significativos. Conocida comúnmente por su aspecto inclinado, la Torre de Pisa comenzó a hundirse en el terreno desde su construcción, algo que le proporcionaría fama a nivel mundial.
Esperábamos más de Lucca. Es cierto que el tiempo no acompañó, pero nos pareció un poco gris. En Pistoia nos ocurrió lo mismo. Es cierto que la imagen de Pisa eclipsa a las demás…
Día 8 Florencia y vuelta a casa.
Era hora de entregar el coche de alquiler y pasear por Florencia para grabar bien sus imágenes en nuestras retinas. El vuelo de vuelta lo tomamos en Pisa. No es problema ya que desde Florencia tenemos un tren hasta Pisa Centrale desde donde sale una lanzadera que te lleva al aeropuerto. Es cómodo y rápido.
En resumen, un viaje muy gratificante. A pesar de no haber nada específico para niños han estado encantados y realmente les ha gustado.
